Los emprendedores tenemos al menos dos vidas. Una transcurre los tiempos conformando nuestra íntima existencia como individuos de este mundo, y se ocupa de nuestros roles como padre/madre, esposo/a, hijo/a, amigo/a, estudiante, trabajador/a, novio/a etc. La otra, está directamente relacionada con el desarrollo y evolución de nuestro proyecto, podríamos definirla como vida emprendedora.
Ambas vidas conviven en el mismo cuerpo. Comparten el mismo alma. Transitan el mismo camino y realizan el mismo recorrido. Sin embargo e inevitablemente, en algún punto, ambas se cruzan y comienzan los problemas. Es que no puede ser de otra manera. Las urgencias, necesidades y ambiciones de una (defendiendo propios intereses) intercede y pretende modificar el curso de la otra.
En el último tiempo, esto es el factor de más desgaste con el que tengo que lidiar día a día. En conversaciones con amigos, descubro que a ellos también les pasa lo mismo.
Estimo que ésto debe ser uno de los principales factores que debemos controlar para no alterar nuestro desempeño. La batalla no es sencilla porque nos autotrenzamos en lucha. El gran desafío es evitar que haya un vencedor. Tendremos que tener control absoluto de nuestras emociones, mirar libre de interferencia para poder obtener interpretaciones que se ajusten de manera independiente a los interese de ambas.
En esos momentos, como dice el refrán, necesitaremos sangre de pato. De lo contrario podremos echarlo todo a perder.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Es verdad Guille, uno debe convivir con estas “dos” vidas como vos bien decís. Aunque la tranquilidad y la paz que debemos tener con nuestros seres queridos, es sin dudas la base que nos permitirá estar lucidos para afrontar el camino de emprender.
El sostén familiar es fundamental, porque no olvidemos que en la vida del emprendedor, normalmente es mas lo que vamos a perder que lo que ganaremos. Aunque al final del camino, el logro espiritual de concretar sueños, no tiene precio.
Creo que lo que mencionas en este pos puede ser un ejemplo para otros emprendedores que le pase lo mismo, y es bueno que mantengamos siempre la calma y que la desesperación de las urgencias no nos invada. La serenidad es la mejor aliada en el camino de emprender, y para ello el acompañamiento de los seres mas cercanos es algo fundamental.
Fuerte abrazo!!
Es ahí donde las incubadoras cumplen un rol importantísimo. Sin la ayuda de los chicos de Em-Tec, creo que ya me hubiera caido.
Guille,como hablabamos el otro dia de este tema,es verdad lo que decis.Al mismo tiempo tenemos que tener presente que la vida de emprededor es un ESTILO DE VIDA y acá es donde más me aferro para seguir adelante.Uno que elige este camino lo sabe y quizas otros NO LO VEN y aquí es donde comienzan los problemas. Es una cuestión de compartir estos valores y PREOCUPACIONES pero al mismo tiempo cada uno tiene que HACER LO QUE QUIERA, tenemos que ser auténticos y no solo hacer lo que la otra persona esta de acuerdo,es este caso tenemos que conversar y llegar a un arreglo donde las partes entiendan los objetivos y la forma de alcanzarlos.Si no hay acuerdo no hay duda que hay que decidir entre una cosa y otra, y eso es personal. Abrazo,Adrian.
Es muy real la forma que tenes de ver las cosas. Las herramientas esatn muy buenas. Te felicito porque podes ayudar a mucha gente a tener confianza en si mismos. Cecilia
Publicar un comentario