miércoles, 19 de marzo de 2008

La batalla de la quinta categoría

Me apresto a librar la peor de todas las batallas. La más dura. La más cruel. En soledad, pero sabiendo que muchos pueden acompañarme, enfrentare por estos días a la banca oficial con el objetivo de conseguir fondear mi nuevo emprendimiento. Cargo con mi pasado aventurero e irresponsable que me llevó a convertirme en “sujeto irrecuperable, categoría 5” para las normas del Banco Central de la República Argentina. Aun más, no poseo patrimonio (tangible que puede valuarse monetariamente). Como si fuera poco, sobre mi conciencia también se sientan unos cuantos intentos por construir algún negocio exitoso que no fueron posibles. Soy realista, la contienda está casi perdida. Casi. ¿Por qué entonces, gastar energías y recursos en algo que de ante mano, se que es imposible? Tengo más de una razón:

  • Mi propia naturaleza me impide resignarme. Soy de los que piensan que con ideas, coraje y decisión se producen los cambios.
  • Un patrimonio intangible que me permite seguir soñando.

  • La fuerza interior necesaria para recuperarme y aprender de mis errores.

  • El hambre de la Gloria, por encima de resultados económicos.

  • El instinto intacto para encontrar la oportunidad (siempre falle en la ejecución, nunca en la elección).

  • La experiencia y el temple necesario para seguir adelante más allá de los obstáculos.

  • Un proyecto que ganó un concurso.

  • Voluntad para seguir aprendiendo día tras día. Sin pausas. Sin saltos.

  • Un equipo de emprendedores entrenados durante mas de un año.

  • Una red de contactos importantes que me apoya.

  • Y algo que suma y mucho, la posibilidad de firmar acuerdos con dos empresas de primera línea.

Atrás de cada numerito con el cual nos marcan, hay personas con historias. Analizar por el solo hecho de saber cuanto tengo para saber cuanto te doy, es por lo menos, poco serio. Clasificar a las personas como irrecuperables porque no han podido honrar en tiempo y forma sus compromisos, es como mínimo, bochornoso, más aun, cuando quienes lo hacen, fueron los mayores estafadores de la historia económica del mundo.

Estimados señores, este blog es mi trinchera, la batalla ha comenzado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Guillermo creo tu camino tiene que ir en busqueda de inversores angeles, no la financiación bancaria. El startmeup del martes creo podria ser un buen puntapie inicial.

Guillermo dijo...

Sí, es verdad, es mucho más productivo. Pero es que creo que hay miles como yo a los que el sistema les debe otra oportunidad. O acaso a lo largo de nuestra historia la banca oficial no cometió errores. De todos modos te agradezco el comentario y el martes estare ahí. Para el proyecto es más sano. Pero igual no voy a declinar mi busqueda.