domingo, 13 de julio de 2008

INVERSORES: Stop


Desde hace un tiempo, con asombro, veo y escucho el mensaje que se esta insertando sobre las prácticas que cultivan las comunidades de inversores a la hora de elegir un proyecto. Algunas de las cuestiones que observo son:

El líder y el equipo: Quieren a Maradona y al Real Madrid.

La exposición: 20 minutos, no más. Si no se logra hacerlo en ese tiempo, afuera.

El proyecto: Necesita mercado externo, sino, no sirve.

Los productos: No puede ser uno solo, mucho riesgo.

El mercado: Tamaño, crecimiento, margen. Variables fundamentales para seguir conversando.

La competencia: Cuantos son? Quienes?, ¿Que porcentajes del mercado tienen? Como pueden reaccionar con nuestra entrada?

Proyección: ¿Como vamos a expandirnos? ¿Que porcentajes del mercado vamos a ganar?

Protección: ¿Qué estrategia de protección usaremos (barreras)? ¿Tenemos una patente, procesos innovadores?

El entorno: Conocer tu casa, tu familia, tus hábitos.

Las ganancias: A ciencia cierta no se sabe mucho al respecto, pero se estima que por cada peso que invierten quieren diez en un lapso de 5 a 8 años.

La participación: no conozco nadie (emprendedor) que haya hecho público este dato.


Contradicciones


No hay proyectos, dicen. De cada 100 proyectos que se analizan 2 llegan a un Due Diligence. Invierten en 10 proyectos para ganar en 1 o en 2.

Cuando comparo los requerimientos para un fondeo con las estimaciones esperadas de resultados, veo una clara falta de profesionalidad involuntaria. Por un lado buscan la excelencia en el grupo emprendedor, por el otro, pareciera ser que esa exigencia se espira al momento de la toma de decisiones. ¿Deberíamos entonces, siguiendo la misma lógica, los emprendedores, desarrollar 10 proyectos para ganar en 1? ¿El hecho de contar con el capital, los habilita para exigir tanto? ¿No deberían ser parte constructiva en lugar de evaluadora, del proceso?.


Conclusiones


Cambiar las prácticas de análisis para la toma de decisiones, no esta dentro de nuestras posibilidades. Sintonizar con ellas es una alternativa. Ahora, si vamos a sintonizar, al menos, deberíamos darnos cuenta que somos nosotros los que debemos elegir a lo inversores, y no al revés. Si somos capaces de cumplir con las expectativas buscadas, deberíamos ser nosotros quienes tomemos la decisión de elegir. Darnos cuenta que también tenemos derecho a preguntar, ¿Que experiencia tienen?. ¿En que proyecto han invertido?. ¿El origen de los fondos?. ¿Su procedencia?. ¿Cómo garantizan la inversión?

Pensar, hacer y actuar para satisfacer las exigencias de los grupos de inversores, es sano. Lo malo es confundir el ¿para que?

jueves, 3 de julio de 2008

La elección en donde no podes fallar


Hay una decisión trascendental que ningún emprendedor puede equivocarse. Una idea puede no ser tan buena como la pensamos. Una ejecución puede fallar por no haberse contemplado todos los detalles. Un negocio prospero y abundante por momentos, puede volverse inestable y evaporarse de la noche a la mañana. Todo es posible. De todo se sale. De todo se vuelve. En esos momentos de angustia y de zozobra donde el emprendedor se siente solo, muy solo, donde las puertas se cierran y los “amigos” se alejan, aparecen ELLAS. Las mujeres. Las esposas o las novias. En esa elección no podes equivocarte. Tu compañera de ruta, la que elijas para andar por los caminos debe tener el temple y el carácter necesario para salir de las tormentas.

Yo tengo a la mía y quiero presentárselas, se llama Claudia Condoleo y hace 40 años un 3 de julio como hoy, vio por primera vez las luces del mundo.

Para voz mi amor es este post. Para vos mi infinita gratitud por haberme sostenido en los tiempos más tristes de mi vida. Por estar ahí observando, empujando, padeciendo.

Felicidades por tu cumpleaños y brindemos por los tiempos que vendrán.